La desnutrición que dejó el Covid19

Agosto, 2023
Por: Comunicación

Es evidente, la pandemia de Covid -19 dejó una huella en todo el mundo, impactando cada aspecto de nuestra vida. Más allá de la propagación del virus y las consecuencias económicas y sociales, otro impacto silencioso ha estado gestándose: el aumento de la desnutrición infantil en México.

En un país ya afectado por la inseguridad alimentaria, la pandemia ha agravado esta problemática, especialmente en las niñas y niños de México.

Antes de la llegada del virus, México ya lidiaba con altas tasas de inseguridad alimentaria y malnutrición. Las disparidades socioeconómicas eran evidentes en la falta de acceso a alimentos nutritivos para muchas familias.

La deficiencia en la ingesta de nutrientes esenciales afectaba de manera crónica a niñas y niños en el país.

El Efecto de la Pandemia

La pandemia de COVID-19 trajo consigo una serie de medidas de contención, como el cierre de escuelas y la imposición de restricciones de movimiento. Estas medidas, mientras eran necesarias para controlar la propagación del virus, tuvieron efectos colaterales profundos en la nutrición infantil.

Con la pandemia hogares con niños menores de cinco años en todo el país, y particularmente en la región Sur, tuvieron más probabilidad de sufrir inseguridad alimentaria en 2021 en comparación con 2018. El aumentar los fondos para intervenciones en nutrición por año podría reducir la desnutrición a niveles previos a la pandemia para el año 2030.

Un ejemplo práctico para entender el efecto pandemia y su impacto en el aumento de la inseguridad alimentaria, fue el cierre de las escuelas, ya que es ahí donde no solo proporcionaban educación, sino que también actuaban como una fuente crucial de alimentos para muchos niños. Los programas de alimentación escolar aseguraban al menos una comida nutritiva al día para niños de familias de bajos ingresos. Con las escuelas cerradas, esta red de seguridad se desvaneció, dejando a muchos niños sin acceso a comidas regulares.

Impacto Económico:

La pandemia trajo consigo pérdida de empleos y disminución de los ingresos familiares en muchas comunidades. Las familias que ya luchaban para poner alimentos en la mesa se encontraron en una situación aún más precaria. La elección entre comprar alimentos nutritivos o afrontar otras necesidades básicas se volvió más difícil.

Otro punto importante para que la inseguridad alimentaria creciera, fue interrupción de la cadena de suministro misma que afectó la disponibilidad y accesibilidad de alimentos. Los precios de algunos productos básicos aumentaron, lo que dificultó aún más que las familias pudieran acceder a una dieta equilibrada.

La desnutrición infantil no es solo una preocupación inmediata. Sus efectos tienen un impacto duradero en la salud y el desarrollo de los niños. La falta de nutrientes esenciales durante los primeros años de vida puede llevar a retrasos en el crecimiento físico y cognitivo, debilitar el sistema inmunológico y aumentar la vulnerabilidad a enfermedades.

En resumen y con información del Instituto Nacional de Salud Pública, en colaboración con el Banco Mundial afirman que:

1. Con la pandemia de COVID-19 interrumpió la provisión de los servicios de salud y nutrición e incrementó la inseguridad alimentaria, aunado a la inflación en los precios de los alimentos, se prevé que aumente la desnutrición y la mortalidad infantil.

2. Los programas sociales y las intervenciones en nutrición son esenciales para abordar la desnutrición antes, durante y después de las situaciones de emergencia y crisis.

3. Invertir en intervenciones en nutrición para mujeres embarazadas y niños es una estrategia con una alta relación costo-beneficio que puede prevenir la desnutrición y sus consecuencias a largo plazo en el desarrollo infantil y la carga económica.

4. Garantizar el mejor comienzo en la vida implementando inmediatamente un programa consolidado para el control y prevención de la desnutrición en los primeros mil días de vida.

La primera infancia es lo más valioso que tenemos como sociedad y la inversión más redituable. No hay un desarrollo integral del ser humano, con un estómago vacío o con el cerebro dañado. Es por eso que en el ONI trabajamos día con día para que ese panorama cambie y se erradique tanto en Jalisco como en México, con tu donativo, es posible.

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